Esta semana un jóven político de Santo Domingo Este vió sepultado su futuro político posiblemente en una acción ejecutada en un rato pues… en la política como en la vida avanzas durante días, meses, años, pero en un solo momento entierras el futuro… y la vida.
La coherencia y la valentía, pero sobre todo, la prudencia, la paciencia y al final tener criterio propio son las cuerdas que harán que el camino al menos sea el elegido y no el que te seleccionen otros, pues… ellos, quien sabe, no tienen para ti un buen objetivo, sino cuan mentores vendidos te lleven a la derrota.
Hay clichets que hablan de la «juventud capaz» sin embargo algo es claro, pocas veces la esta tal cual, que carece de experiencia, tuvo buen destino sino fué por criterios muy incrustados de sapiencia y principios que no van con la edad sino con la vida y la formación.
El bochornoso episodio del boicot contra el Cabildo Abierto, donde en presencia de los comunitarios algunos regidores se ausentaron, marcó claramente los planes de «los viejos» que «maquiavélicamente» dibujan sin piedad sus pasos y trazan su guion y, por la edad, por las experiencias vividas y los años de «litigios» terminan conociendo las mañas para convencer a los más jóvenes de que les sigan en sus pasos sin entender estos últimos que los métodos usados antaño ya no funcionan en la sociedad que les toca a ellos construir, conectada, con veeduría ciudadana y ojalá, mejor periodismo.
La juventud no se crea, es un período de la vida donde arriesgas el futuro y un paso en falso puede o bien catapultar tu perfil o hundirlo en el estiercol que riega su peste más que el buen perfume.
Si para un jóven creer que su propia voz les debe mandar a ultranza es un error, escoger que voces escuchar lo cambia todo. El jóven lo arriesga todo incluso, su propio ser.
Los que hicieron el juego a un evento que favorecía al votante pensando que afectaban a otra persona cometieron un error que como strike se lo cantaron y engrosaron de una vez la lista de quienes desde «atrás» les hacen los apuntes.
La Juventud es un Divino Tesoro que se va demasiado pronto, por lo que quien no sepa en esa etapa tener el suficiente equilibrio, no podrá mantenerse en el tiempo y caerá de la cuerda floja… abajo los malos mentores y las voces de los que ya dibujan sus canas no estarán para recogerlos sino, quien sabe, dejarlos caer mientras muestran una sonrisa de satisfacción… una «competencia» menos».